Viejos y viejas...

El Sábado....que Sábado....nos dirigimos con mi coequiper Chulian hacia el vasto mundo de los bares bolicheros de Vicente Lopez con el fin de pasarla bien en nuestro ahora llamado santuario pachanguero alias Los Sospechosos.
Viajamos apoyados por los chochamus hinchas de tigre luego de haber perdido la fecha del Sábado. Sentir el sudor de la derrota no es nada lindo....el 60 estaba hasta las manos y algunas de ellas se deslizaban por algunas faldas....(habla la voz de la envidia pasajera). Nos bajamos una antes de Roca y Maipú creyendo que el camino era interminable, PERO NO!, LLEGAMOS! pero aún faltaba la parte en que bichero de mi amigo me llevase a un tuburio en el que había estado el fin de semana aterior....parecía uno de esos boliches de las peliculas que a la noche todos se convierten en vampiros y te comen hasta el alba. Fumadooooooooooo.
Despues de la voltereta por ahi finalmete entramos, y nos dirigimos a una de las mesas vacias...pero claro, duramos lo que un pedo en una canasta, obviamente estaba reservado.....terminamos en una mesa al lado de la puerta y mi gomia con un cartel que tenía un cartel pegado en la frente que decía ¡TEMAZO! cual campaña publicitaria de 7Up con esa canción pedorra (de fondo sonaba una canción de Airbag....).
Despues de un rato de ver varios videos del show de Madonna (muy groso) y con un gancia encima nos propusimos cambiar de lugar porque nuestros guardaespaldas no nos dejaban ver mas alla de sus espaldas....ademas Chulian tenía una petiza narigona a la que intentó entrarle a lo largo de la noche....de mas esta decir que no pudo.
Al rato ya teniamos dos gigantes de 3 gigantes de cerveza y un gancia entre los dos y a mi me habia pegado fuerte. Para cuando salimos (cabe aclarar que fuè porque cierta hermana de uno no tenía llaves para entrar) habia una muchacha de hermosos ojos verdes a la cual Chulian intentó chamuyar....vuelvo a decir lo mismo que en el fin del párrafo anterior, solo que esta vez no fué mérito de el solo, yo ayudé.
Esas 10 cuadras en subida, con arboles en el medio, hormigas sucias que no se querían bañar y veredas aplastadas por la espalda de Juli que de no parar de reirse de mi se cayó en varias oportunidades.
Desembocamos en una estación de servicio con la hermana de mi amigo y con poca coordinación me dirigí a comprar lo que sería el alimento del bajón. Algunos cuentan que tuve una lucha apabullante con el caramelo del Snickers, no recuerdo que haya sido tan así, pero por lo menos divertí a las gentes.

Es así gente, no se como pero ese día volví con muy poca plata en mi bolsillo.

Moraleja no tomen o les van a tomar el bolsillo! (pero que bien la pasé!)